[mk_page_section][vc_column][mk_blockquote font_family=»Merriweather» font_type=»google»]La economía colaborativa se está convirtiendo en parte de nuestras vidas, también por medio de las nuevas tecnologías. Avances de Proyecto Europeo Erasmus COL SUMERS.[/mk_blockquote][mk_padding_divider size=»30″][vc_column_text css=».vc_custom_1590739807882{margin-bottom: 0px !important;}»]Imedes participa desde el pasado año 2019 en el proyecto COL SUMERS, iniciativa financiada por la Unión Europea a través del programa ERASMUS +, centrado en el desarrollo de un programa innovador para facilitar el manejo de herramientas de consumo colaborativo entre las personas mayores
El uso de las redes tecnológicas va en aumento en todo el mundo, incluso para las actividades más cotidianas tales como ir de compras, pagar facturas o la búsqueda de oportunidades de contratar, alquilar, intercambiar o compartir productos en una escala previamente inimaginable. El aumento de las plataformas de economía colaborativa está incrementando la gama de productos y servicios ofrecidos; de hecho, más de la mitad de los ciudadanos de la UE están familiarizados con la economía colaborativa y una de cada seis personas ya la utiliza (Eurobarómetro, 2016).
Hace diez años, la revista Time publicó un artículo en el que sostenía que la economía solidaria era una de las diez iniciativas que cambiarían el mundo. Lo que una persona considera ‘viejo’ es ‘nuevo’ para otra, así que en lugar de tirarlo, podemos cambiarlo por otra cosa o regalárselo a alguien. Comprando menos y sólo comprando lo que necesitamos y cuando lo necesitamos, nuestras estanterías y almacenes estarán mucho menos desordenados y habrá menos desperdicio y más satisfacción.
Sin embargo, no todo el mundo tiene las habilidades o recursos para estar presente en el mundo digital. Las actividades mencionadas anteriormente requieren a menudo estar familiarizado con los entornos digitales y muchas personas mayores corren el riesgo de quedar excluidas debido a la creciente complejidad del mercado y al hecho de no contar con las habilidades digitales necesarias.
La falta de participación puede ser el resultado de la falta de confianza
Cuando se intercambian bienes o servicios, obteniéndolos a una fracción del precio original o sólo cubriendo una parte del costo, y además este intercambio tiene lugar de forma directa entre los consumidores a través de una plataforma online, la confianza entre las personas es esencial. La confianza mutua entre personas que no se conocen es el componente más importante de este fenómeno. Sin la confianza como base del sistema es muy difícil atraer a un número suficiente de personas, es decir, alcanzar una masa crítica suficientemente grande) que esté dispuestas a participar en la iniciativa para que ésta tenga éxito. Los sistemas más exitosos han incorporado mecanismos eficaces para asegurar la con-fianza entre los proveedores y los consumidores, como el sistema de referencias en la plataforma CouchSurfing o la realización de revisiones (retroalimentación) en eBay. La plataforma de uso compartido de automóviles (carpooling) Blablacar también permite examinar a los conductores y contribuye así a asegurar que haya el menor número posible de conductores no fiables. Al crear estos mecanismos, las plataformas se ganan la confianza de los usuarios, aumentando así el número de personas que participan en ellas.
Para más información sobre el proyecto, visite la web www.col-sumers.eu
Para más información sobre el proyecto ERASMUS + COL SUMERS contactar con:
Eduardo Amer
Departamento de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial. IMEDES
eamer@grupimedes.com
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