Desde discursos políticos a claims publicitarios, todos utilizamos conceptos como diseño social, eco-diseño, diseño activista, diseño sostenible… para remover en los usuarios sentimientos y emociones.

Lo que buscamos, empresas e instituciones, es un cambio real de actitud en todos los estratos del tejido social con la asimilación de conceptos psicológicos gota a gota: “empapando” el entorno empresarial y social para comenzar a “perforar” el grueso muro de las malas praxis adquiridas en los últimos 50 años, demasiado tecnificadas o demasiado reduccionistas.

Y ese cambio es un hecho: la sociedad comienza a integrar un estilo de vida más consecuente con los recursos que ofrece nuestro planeta y poco a poco comienza a cambiar sus hábitos de vida y de consumo. La sostenibilidad y el green marketing se han convertido en toda una tendencia. También en el mundo del diseño y la materialización de campañas.

Al mismo tiempo, el diseño debe adaptarse para ser útil a la sociedad a la que sirve. Desde Imedes, creamos y ejecutamos campañas concienciadoras dentro de nuestro proyecto ambiental, colaborativo y sostenible, aportando nuestros valores a las nuevas generaciones y aplicando criterios de diseño sostenible, social y corresponsable. Para ello, es prioritario concebir a las personas destinatarias como “activos a largo plazo” que producen, consumen y separan.

Nuestro método:

• Búsqueda del origen: detección y planteamiento del problema de sostenibilidad a solucionar antes de diseñar.
• Internalización de costos: incorporación de nuestros conocimientos técnicos ambientales para la toma de decisiones sobre el impacto que generará la producción de algunos materiales: eficiencia energética en los procesos, tintas ecológicas y soportes con sello FSC.
• Ciclo de vida: equilibrio entre costes e impactos ambientales.
• Regulación administrativa: en los procesos de diseño seguimos normas y directrices ambientales para el tratamiento de nuestra materia prima: las ideas.

La forma de vida de las nuevas generaciones está en juego y aunque nuestro trabajo solo sea una gota, la aportamos.