Corren tiempos de postpandemia, crisis energéticas, invasiones, inflación por las nubes, subida de tipos de interés y, por lo tanto, de incertidumbre política y económica. Terreno abonado para la fácil propagación de populismos de uno y otro color que se aprovechan de la sobreinformación a la que estamos expuestos y la difusión sin límites de las temidas y a la vez cansinas fake news. Pero no todo está perdido. El tejido social, económico y mediático aún cuenta con referentes de confianza para hacer frente a este escenario a través de la colaboración transparente con vocación de servicio público y el networking responsable. Y más aún si de lo que se trata es de avanzar como sociedad en términos de sostenibilidad.
Muchas de las universidades, asociaciones vecinales, medios de comunicación, instituciones, sindicatos, asociaciones de empresarios, entre otros agentes sociales, se crearon en su momento en nuestro país cuando emergía la democracia. Parece que su papel se ha ido diluyendo pero, del mismo modo que ha ocurrido con la Unión Europea a raíz de la invasión de Ucrania, son más importantes que nunca para mostrar que existe otro camino. En este sentido, el tejido social, educativo, empresarial, mediático y cultural deben unirse para contrastar el ruido de perfiles anónimos de redes sociales o de organizaciones sin historia ni pasado que solo buscan generar desconfianza en nuestro sistema sin ninguna aspiración de mejorarlo.
¿Y por qué en torno a la sostenibilidad? Porque la sostenibilidad estratégica es el antídoto perfecto al negacionismo antisistema. Gestionar estratégicamente la sostenibilidad supone partir de un escenario de colaboración transversal, nunca de greenwashing ni de maquillaje corporativo o político. De hecho, el networking responsable y la colaboración transparente y comprometida entre las entidades e instituciones que han trabajado hace décadas por mejorar nuestra sociedad siempre ha constituido un elemento indispensable para lograr la complicidad de las generaciones del futuro y motivar a las del presente a pasar a la acción.
En Imedes desde los años 90 siempre hemos trabajado la sostenibilidad desde la transparencia y la máxima participación ciudadana, bajo el paraguas de los medios de comunicación generadores de credibilidad y debate con criterios periodísticos, con la presencia del mundo académico desde el principio de cada proceso y contando con el mundo empresarial para tener en cuenta siempre que la sostenibilidad estratégica ha de tener en cuenta el retorno social y económico. Son los agentes sociales que llevan trabajando muchos años los que dan valor al networking responsable. Y en mayor medida cuando se lleva a cabo en materia de sostenibilidad.
