Nos toca lidiar con una época de cambios y confusión. La pandemia ha obligado a afrontar la realidad con resortes nuevos, encontrándonos con un marco creativo diferente y con franqueza, lleno de posibilidades. Ninguna tendencia surge de la nada y a los cambios sociales les siguen cambios de intereses en los ciudadanos, las instituciones y las empresas. Una vez superada la desazón que provoca salir de la zona de confort (también en lo creativo) una nueva ola de valores, referentes y emociones invaden las campañas, la publicidad y los diseños.
En este sentido, existe una creciente valoración de la acción ciudadana que dota de sentido a múltiples situaciones que tenemos la obligación de aprovechar: ante la inseguridad económica actual, se ha respondido colaborando con el vecino, involucrándose directamente con la comunidad y buscando maneras de vivir más respetuosas con el entorno. El cambio en principio es positivo. Pero ¿cómo adaptarlo a las campañas de comunicación? Extraigamos tendencias:
Ahora mismo necesitamos el poder del color con urgencia. Los colores brillantes tienen un efecto psicológico positivo en nuestro ánimo. El verde es nuestro color.
El ser humano como núcleo de acción en el que cualquier acción comunicativa no tiene sentido sin emisor y receptor, aunque ahora vamos un paso más allá: el mensaje y el canal no solo repercute en el receptor, sino también define al que lo emite.
DIY o hazlo tú mismo. Naturalidad y apariencia de artesanía. Los storytelling se vuelven sencillos, comprensibles, empáticos, aunque estén medidos al milímetro. Los diseños se popularizan dando la apariencia de que cualquiera lo puede hacer.
Pop nostálgico en patrones, coloridos y temáticas. Gusto por la mezcla heterogénea de estilos que dan un aire vintage a los diseños.
Minimalismo emocional a la hora de abordar las campañas: directas, suaves, bellas… el trazo manual se presenta indispensable. Además, existe un retorno actualizado de las formas limpias y geométricas.
Democratización del audiovisual. Narrativas contundentes y multiplataforma. Los modos de grabación, la edición y los metrajes han cambiado para adaptarse al medio: las redes sociales.
Estamos ante una nueva era: la era de la adaptación.